Zapatero a tus zapatos (II)

Zapatero a tus zapatos (II) De los tres procesos abiertos contra el Juez Garzón, el más grave, con mucha diferencia, es aquél en el que se le acusa de haber pinchado conversaciones entre abogados y sus clientes “a sabiendas” de que la ley no le habilitaba para ello. Probablemente sea una de las acusaciones más graves a las que pueda verse sometido un Juez.

El derecho de defensa, el respeto a la relación de confidencialidad entre un abogado y su cliente, es uno de los pilares fundamentales de nuestra democracia. Violar, a conveniencia, dicha confidencialidad constituye un delito muy grave. Para un juez, quizás el más grave. Es verdad que en casos muy limitados (terrorismo por ejemplo) se puede excepcionar la regla general del escrupuloso respeto a este derecho. Pero extenderlo a conveniencia de parte (aunque esta parte sea la defensa del Estado de derecho) a cualquier otro asunto no reglado, es de una gravedad superior.

Sin duda, debía haberse abstenido de juzgar asuntos de la mercantil que sufragó sus estancias y honorarios americanos. Es verdad que su ideología (la que fuera) no puede cegarle en la aplicación respetuosa y coherente de las leyes. Y también es cierto que debía de haberse separado a la hora de instruir y enjuiciar asuntos tanto del partido político al que él abiertamente se enfrentó cuando dio el salto (sin red) a la política, como del que le promocionó y despreció.

… Zapatero a tus zapatos

En fin,… Zapatero, a tus zapatos.

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