La crisis que nos asola es más que preocupante. Vamos camino de los cinco millones de parados y aquí nadie hace nada. Los sindicatos, que deberían estar en pie de guerra ante tanto desempleo, se están dedicando últimamente a defender a una persona a la que empleo no le falta y mecanismos de defensa los tiene todos; Garzón.
Los más ingenuos esperábamos mucho de la reunión Zapatero-Rajoy, pero sólo ha servido para una foto y para la autoproclamación de Rajoy como alternativa. Decepcionante.
El PSOE ya se ha apresurado a decir que «la culpa de que no se tomen medidas la tiene el PP». Pues no señores. La responsabilidad de la toma de medidas le corresponde a quién gobierna. El PSOE lleva gobernando en España desde el año 2004, y el Congreso ha aprobado muchas leyes, y ha reformado otras tantas, y ha pactado presupuestos, y la financiación autonómica, y la subida del IVA…, y todo ello sin recabar el apoyo del PP, bien al contrario.
El PSOE se ha buscado mayorías más cómodas y rentables para dejar al mayor partido de la oposición a un lado. Y ahora que muchas de las medidas que se deben tomar resultan impopulares, viene el PSOE recabando el apoyo del PP, una buena táctica para compartir la bronca ciudadana.
El PSOE llega tarde a la hora reclamar un gran pacto. Exigir por «imperativo legal» el acuerdo con el partido que durante seis años ha estado ninguneado, resulta cuanto menos artificial. Pero a pesar de la premisa anterior, también hay que decir que el PP tampoco está dando la talla. No es tolerable que un partido que pretende gobernar España se esté dedicando únicamente a rentabilizar el desastre de cara a las próximas elecciones generales. Los políticos están para algo más que para esperar de brazos cruzados su turno para gobernar.
Que tomen nota de Navarra.
